HISTORIA

 El territorio quetzalteco perteneció a los mayas k’iche’s, pero con La Conquista en 1524 este sitio fue tomado por los españoles. Se cree que fue en el Llano de Pinal donde se vivió la batalla entre Tecún Umán y Pedro de Alvarado, el 12 de febrero de ese mismo año. Posteriormente, a los pocos días, el 18 de febrero se derrotó por completo al ejército K’iche’ en los Llanos de Urbina.

Así mismo, se sabe que tiempo después, el ejército k’iche’ volvió a luchar contra los españoles. Este encuentro se llevó a cabo en las faldas del Volcán Cerro Quemado y que luego fue llamada la Batalla del Volcán. No obstante, también fueron derrotados y con esto, los españoles fundaron el pueblo de Quetzaltenango el 15 de mayo de 1529.

Por otra arte, antes de que se le conociera como Quetzaltenango a este lugar, tuvo otro nombre y es la razón del por qué también se le conoce como Xelajú. Posterior a los encuentros entre k’iche’s y españoles, este sitio dejó ser Xelajuj Noj y cambió dando origen al nombre Quetzalteango.

Fue así que después de todos estos hechos dio comienzo la época colonial y con ello, la construcción de templos católicos para la evangelización de los pueblos. Por dicha razón, el obispo Francisco Marroquín en 1532 hace el trazado del templo de Quetzaltenango.

A partir de la década de 1540, las tierras quetzaltecas se convirtieron en la cabecera del corregimiento o demarcación territorial. Con el paso del tiempo, las costumbres y tradiciones españoles fueron adoptadas por los pueblos mayas y se cambió el tipo de política en el lugar.

De este modo, para atender las diferentes necesidades administrativas, se instituyó tener a dos figuras políticas. Fue así que un alcalde o corregidor para los criollos y un alcalde o cabildo indígena para los indígenas que habitaban estas tierras.

En 1825 obtuvo el título de ciudad, por decreto de la Asamblea Constituyente, mencionándose como Quezaltenango. Algunos escribieron posteriormente Quetzaltenango, indicando que provenía del lugar en que abundaban los quetzales (pharomacruz moccino) basándose en el título de Ixquin Nehaib de 2558. Este último nombre también lo confirma el Diccionario Geográfico (1984:31), en él se explica que como se desprende de varios documentos oficiales y de la normalización llevada a cabo, su verdadero nombre es Quetzaltenango. Más tarde, este nombre se oficializó por el Decreto-Ley número 92-84 tanto para el departamento como para la ciudad.

Años después de la Independencia, el 2 de febrero de 1838 los pueblos del Altiplano Occidental y del Oeste, que incluía parcial o totalmente los actuales departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá, San Marcos, Quiché, Retalhuleu y Suchitepéquez, se consideraban lesionados con la política central y en defensa propia decidieron segregarse y valerse por sus propios medios para formar el Sexto Estado en la República del Centro. Así lo hicieron ver los Pueblos de los Altos en el Acta Memorable Pronunciamiento de Quetzaltenango de Segregación de Guatemala. Se eligió un gobierno provisional, integrado por los licenciados Marcelo Molina, José Antonio Aguilar y José María Gálvez, quienes enviaron copia del acta al secretario del Despacho del Supremo Gobierno del Estado de Guatemala.

Posteriormente, se inició la construcción de la metrópoli de Quetzaltenango, construyéndose el área del parque central con copias de edificios de Grecia. Así se construyeron el Edificio Rivera, el Pasaje Enríquez, el Banco de Occidente, primer banco privado que funcionara en esta metrópoli y la Casa de la Cultura, por mencionar algunos.

A la vez se construyó el primer ferrocarril eléctrico que viajaba hacia la Costa Sur y se unía a los ferrocarriles nacionales. Su sede estaba en lo que ahora es la Brigada Militar.

De 1950 al 64 la ciudad creció; es necesario hacer hincapié que en este tiempo se establecieron más fábricas, puesto que ya existían las fábricas Cantel y Capuano. El establecimiento de la Cervecería Nacional y la Embotelladora Nacional contribuyeron a formar la estructura económica que fue dibujando lo que más tarde sería la metrópoli de Occidente. 

Hoy, la ciudad de Quetzaltenango es una de las ciudades más importantes y pobladas de Guatemala, con un empuje comercial de punta.


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